Las crisis de una en una, ¡por favor!

Hoy mejor "no molestar": La Mery está "pa poquito"

El fin de semana largo tocaba a su fin; ya teníamos todo recogido y empaquetado, incluida hijanumerodos enchufada a Pocoyo...

De repente el coche empieza a sonar, a oírse ruidos raros por todos los lados y a encenderse más señales luminosas que en la Autopista de la plata o como cantaba Sabina:

"si a medianoche, por la carretera, que te conté, detrás de una gasolinera, donde llené...

Te hacen un guiño esas bombillas, azules rojas y amarillas"

Nada, aquel maldito coche no tiene a bien arrancar. Comienzan los sudores fríos y las repeticiones sin sentido: aprieto botón arranque, sonido chirriante - aprieto botón de arranque, luz amenazante...

Y, yo, pues haciendo un alarde de tranquilidad, me limito a buscar en la guantera del coche, los papeles del seguro, para que cuando los hombres (imagínese aquí un grito a lo Tarzán y golpes de pecho...) se den por vencidos, tengamos a mano el número de emergencias.

Pero ante tanta testosterona y en plena fase de ignoremos a las mujeres (de hecho algunas ya habían hecho la 3 14...), me bajo del coche y saco a hijanumerodos, que estaba mirándolo todo como si se tratase de una película de cine mudo.

Las dos estábamos pensando lo mismo:

Porque a las 8, como todos los días, toca la "crisis del llanto cansado": 

Esa hora en la que hijanumerodos entra en crisis de cansancio, de sueño, de hambre... Pasa a fase porculero y a quién le pille cerca solo puede huir o aguantar el chaparrón.

Así que nada, con hijanumerodos entrando en crisis e hijanumerouno llorando de pena porque se iba a perder la mañana de cole y "abuela, todos los días aprendo algo, no quiero perdérmelo"... comienza el plan de actuación en situaciones "extraordinarias".

Sin embargo, mi mente estaba algo enlentecida después de tanta situación familiar estresante, tanto ir y venir, tanta sorpresa... No pude hacer otra cosa que seguir la siguiente máxima de filosofía molona: no pienses, actúa paso a paso... un pie delante y luego otro...

Tanto fue así que ni siquiera entré en crisis nerviosa cuando maridotornado sugirió la genial idea de arrancar a las 8,30 de la tarde hacia León, en taxi... Yo sólo podía visualizar el siguiente cuadro:

Capeado ese temporal, la casa se puso en movimiento y mientras UNAS hacían camas para que pasáramos la noche, la "mini-familia", OTRA buscaba en la maleta, restos de materiales no defectuosos, olorosos o ensuciados.. (Ley de Murphy: lo inesperado siempre sucede cuando llenas la maleta a medias...).

Los OTROS estaban con la grúa, llevando al coche al Taller, para dejarlo allí a pasar la noche (ohh, tragedia griega, "mi coche" a la intemperie; seguro que era lo que le pasaba por la mente a los "hombres")

A las 9,30 de la noche, con hijasnumerales en pijama y cenando (gracias a la ayuda de las UNAS, mientras UNO repetía "mamá, podemos quedarnos a cenar con las primas.." y su madre ya no sabía ni donde meterse...), pues llama maridotornado para informar de que el coche funciona (sólo era la batería... aunque horas antes no podía ser ni de broma... o_o) y que nos volvemos para casa...

Ahí si que me cabreé, al estilo "mery de oz" y cual tornado que devolviera a Dorothy a su casa de Kansas, volví a hacer las maletas, acabé de dar de cenar a hijasnumerales, guardé otra vez en el tupper la cena y empecé a sacar trastos de equipaje por enésima vez en el finde..

A las 12 de la noche, mis huesos maltrechos tocaban el colchón y ya se presentía en el ambiente, que hoy Martes, iba a ser "un lunes muy complicado"...