martes, 27 de febrero de 2018

Reflexiones de una madre por partida doble

1+1 no es = a 2
Hace poco me preguntaba alguien que no puedo desvelar... cómo era esto de ser madre de dos. Y mi respuesta fue:
“Pues a ratos, la verdad”

Porque hay ratos que bien, ratos que regular y ratos de “me doy a la fuga y no me veis el pelo en un mes”.
Que el trabajo se multiplica, ya nos lo imaginamos todos; pero también se multiplican las risas y las carcajadas.
Hay el doble de momentos de esos en que “las devolverías al Corte Inglés, aunque no me reembolsen el dinero”.
También hay la mitad de momentos de esos de “cuanto silencio y tiempo para mi sola”.
Un puñado de peleas por quien abre primero la puerta de la calle y una ausencia de habitaciones recogidas.
Más bien las carreras de obstáculos y circuitos tipo gimkana se multiplican. Los “mami” melosos y los “mamá me atiendes”, se reproducen como las abejas en un picnic.
Olvídate de estar en el baño sola nunca mas pero tampoco estarás sola cuando te flaqueen las fuerzas y no puedas parar de llorar.
Ahí habrá 4 manos para acariciar y 4 brazos para abrazar.
Oirás el doble de risas compartidas y secretos guardados, del tipo: “no se lo digas a mamá”.
Confesiones de hermanas, ayuda de quien ya se ve mayor a quien quiere serlo ya.
Ser madre es una experiencia única pero ser madre por partida doble, es indescriptible.
Claro quque hay momentos duros pero en esta vida siempre habrá piedras en el camino, como dice Pedrita Parker con las piedras, nosotras construimos nuestro castillo.