lunes, 19 de septiembre de 2016

Consejo de Filosofía "molona": Aprender a decir "no"

La importancia de aprender a decir que "no".

Una de las cosas que más miedo me ha dado siempre, es decir que no a alguien o a mí misma.
"No puedo", eran palabras que no formaban parte de mi vocabulario. Siempre intentando llegar a todo y ayudar a todos.
Esto generaba una gran angustia en mí, estar sometida siempre a presión y estrés.
Tuvo que venir una persona de "fuera", de esas que lo ven todo en perspectiva y te dicen esos 4 consejos que tu inconsciente te estaba gritando desde hacia tiempo.
Uno de ellos fue, "recuerda siempre la importancia que tiene decir que no, y perdonártelo".
Muchas veces acabo sucumbiendo y volviendo a mis viejas costumbres pero enseguida me viene mi "pepito grillo", pequeñito, escondido en mi interior... que me dice, "tranquila, no pasa nada, puedes decir que no".
No pasa nada si no puedo con todo, si tengo que decirle a mis hijas que hoy no puede ser...
Saber perdonarte a ti misma sin por ello echar abajo tu autoestima....
Aprender que la lista de tareas puede esperar, que por mucho que debas hacer Pilates, puede ser que tu brazo no puede con ello, que tengas que decirle a una madre perfecta que no puedes ayudarla con ese problema que tiene...
Además, decir que "no", tiene sus ventajas y es que eres más selectivo con tus "si" y así serán más valorados, jejejejeje.
Seguro que después de unos cuantos "no hay tiempo", hijanumerouno valorará mucho más que un día la deje vestirla conmigo, mientras me maquillo y hablamos de nuestro día, de lo que tenemos que hacer.
Hay que pensar en ti mismo, porque si tú no lo haces, quién lo hará por ti...

jueves, 8 de septiembre de 2016

Conversaciones importantes...

Sobre la conciliación, desde los ojos de una niña.

Hay conversaciones que preparas, como un discurso...
Hay conversaciones que evitas, como el sol de mediodía en Agosto...
Hay conversaciones que surgen sin más, alrededor de un helado.
Hoy estaba anticipándole a hijanumerouno que el lunes toca empezar ya al colegio, que el martes toca empezar ya al comedor, que ya toca empezar otra vez la rutina.
Vuelven los problemas de "conciliación", las peticiones de cambio de horario y los recupero quedándome más tiempo...
Comienzan otra vez las carreras, el cansancio y la falta de tiempo... Vuelve el "tetris familiar".
Le propuse a hijanumerouno comer juntas el lunes (error mío porque no se lo puedo garantizar...) pero el problema fue cuando la pobre me dijo: 
"Dile a mi profe nueva que este año no me quedó al comedor"
¡Trágame tierra! La pobre se pensaba que este año comeríamos juntas todos los días y que no tendría clase de tarde...
Menudo papelón decirle que no...
Pero hijanumerouno es imprevisible y mientras comía un helado "blanco", con los morretes todos sucios e hijanumerodos pidiéndole a su manera, "ma", "ma" (traducido "más helado por favor"), pues me ha soltado:
"Pero mamá porque no podemos comer juntas, venga, que será divertido"
A lo que tuve que contestarle:
"Claro que sería divertido, cariño. Pero mamá llegaría tarde al trabajo o faltaría, y me echarían"
Respuesta de hijanumerouno:
"Y eso no te gusta, mamá¿?"
Ummm, momento de silencio, risa contenida...
"A ver cariño, que me echen quiere decir que no tendría trabajo y no ganaría dinero".
Ahí casi le cae el helado al suelo, porque la pobre no era capaz de decidir si prefería tener dinero para comprar juguetes o tener a mamá en casa...
Desde luego, hijanumerouno es la filósofa de la casa... :) ;)


martes, 6 de septiembre de 2016

La vida en cursos escolares

Mi vida se mide por cursos escolares...
Desde que empecé a trabajar como logopeda, hace ya unos cuantos años (mamina, que viaja parezco).
Pues eso, que desde aquellos tiempos, mi vida comenzó a medirse por cursos escolares y no por años naturales.
Cómo si no se explicaría que cuando llega septiembre me preparo para "este año", con mi estuche y mi carpeta, con mi agenda de 10 meses y con la lista llena de propósitos.
La próxima semana hijanumerodos comienza también su nuevo año, su curso escolar...
Llegan las carreras, los quehaceres y la vida que corre mientras tú la persigues...
Pero en esta casa predicamos la filosofía molona e intentaremos detener el tiempo por unos instantes, dejar el estrés a un lado los viernes y reír... Sobretodo pararnos a reír...
Hoy con mis gafas de "ver mejor", hijasnumerales y yo hemos intentado ver el sol que brillaba detrás de las nubes...
A pesar de las moscas imaginarias que impiden dormir...
Del babero que come más natilla que la niña...
De las agujetas por la vuelta al Pilates y la máquina endemoniada...
Hoy, hemos soplado nubarrones, para ver brillar el sol.