jueves, 24 de agosto de 2017

Si los muñecos cobrasen vida...

Tengo la firme convicción de que los muñecos de mi casa, cobran vida como en la peli. Solo así se explicaría que cuanto más recogemos, más aparecen.
Llámame loca pero yo juraría que hasta se mueven de sitio y juegan con mi cordura como los guionistas de mi serie favorita.
Yo los miro y están ahí quietos, con sus caritas imperturbables.
Pero el dragón, tiene cara de haberla liado hace unas horas, cuando estaban solos en casa. Nosotros los habíamos dejado separados y encima de la estameteria. Pero yo me los he encontrado así de juntos y acaramelados. Tengo la ligera sospecha de que "Uní" y "Mini", mantienen un romance en secretos y que dentro de poco tendremos por casa, correteando, misteriosos seres con mezcla de ratón y de unicornio. (No preguntéis, no sabría explicar por qué hijanumerouno se ha empeñado en que no es un dragón, si no un bebé unicornio que no tiene cuerno todavía porque los unicornios cuando nacen no tiene cuerno...😐😮😶)
También tengo la ligera sospecha de que en este edificio en el que aparentemente son unos vecinos poco ruidosos, pasa algo. Por más que intentamos tener el mobiliario ordenado y cuidado, el parquet reluciente y los baños brillantes...algo pasa.
No es normal que las "pobres hijasnumerales", que son ellas taaaan ordenadas, taaaan cuidadosas, taaaaan pendientes de no perder nada... pues eso que no es normal, que tengan que aguantar que la dueña del último piso, monte fiestas en la azotea con todas sus amigas y sean tan memorables, que hasta se funden las lámparas y se esconden los muebles.
De hecho el panadero que tiene su local en el bajo izquierda ha decidido abandonar el negocio y ahora mismo solo queda un marchito y triste "cruasán" en el mostrador.
(Dejo prueba gráfica de las fiestas locas, que pudimos capturar la noche pasada con la cámara de infrarrojos, la cual colocamos arriesgando el pellejo en un tremendo alarde de valentía)
Seguro que a estas alturas entiendes perfectamente mis sospechas...
Ah!! Y caso aparte son los disfraces, que "en mi opinión", cobran vida como el armario de "Bella", cuando la bestia la quería obligar a cenar con el y la "cómoda" no dejaba de escupir vestidos.
No es que hijanumerodos saque el disfraz de pollito todos los días y nos de sustos cuando la oímos "pio, pio" ni que hijanumerouno parezca una princesa clonada con la protagonista de "New York, New York"...
No
Es que los disfraces hacen lo que les viene en gana y salen del baúl donde hijanumersles, los guardan obedientemente todos los días 😏🙄
Y lo peor de todo es que sé perfectamente quién es la cabecilla de todo esto, quién es la que dirige esta panda, quienes es... pero es que es taaaan tiernaaaa, que cuando dice con esa vocecita de troll "purpurineoso", su conocida frase "Es hora de abrazarse...", no puedo echarla...no puedo darle su merecido... lo más que puedo es abrazarla.




martes, 15 de agosto de 2017

Esas letras de Sabina...

Que dicen tanto de ti, de mi, de los dos...
"De sobra sabes que eres el primero, que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti la vida entera" y que volvería a seguirte todas las veces que hicieran falta.
"Y sin embargo, un rato cada día  ya ves, te cambiaría por cualquiera..." que hablara más que tú, que arriesgara más que tú.
Pero, "le pedí a la luna que dispusiera de mí, ella me dio las llaves de la cuidad perdida" y todo lo que tienes me lo diste.
Porque "lo único que quiero, muchacha de ojos tristes es que mueras por mí"

"Lo que se del olvido", lo que se de ser fuerte, valiente...lo aprendí de ti. Aunque haya que sacarte los consejos con sacacorchos o con cerveza...
Y es que ya me lo cantabas hace años, "yo no quiero un amor civilizado...yo no quiero contigo ni sin ti, lo que yo quiero muchacha de ojos tristes es que mueras por mí" y aunque los ojos se nos pongan tristes por las dificultades de la vida, aunque a veces te odio más que te quiero, "amores que matan nunca mueren"
Tú que respetas mi mente soñadora y mi incansable búsqueda de la felicidad. Tú que me entiendes mejor que nadie pero que te cuesta hacérmelo ver a menudo... que sabes que "desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va ligero de viaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje... de un no te quiero querer"
Que disfrutas de tus vacaciones cuando ya se terminan, que te cuesta soltar lastre igual que a mí, que me sacas de quicio, que somos tan diferentes...
"Mi escondite, una lámpara de Alí baba...no sabía que la primavera duraba en su segundo, yo quería escribir la canción más hermosa del mundo" sin darme cuenta de que no hayan canción más perfecta que la que escribimos juntos.
Te echo de menos, aunque solo hace unas horas que te fuiste, para volver mañana al trabajo... a la rutina...
Te echo de menos porque ni contigo ni sin ti...






domingo, 6 de agosto de 2017

La "morrińa"

Existe un momento cuando viajas por la autopista en la que se juntan el mar y la montaña, donde se une el verde y el azul, un lugar donde afloran los recuerdos y aparece la "morrińa".

Cuando me fui de casa, a vivir una nueva etapa de mi vida "mar adentro", lo hice sin mirar atrás. Cogí el autobús y mi maleta, crucé las montañas y cambié los días de lluvia por los días de sol. Lo que más escuchaba los fines de semana era eso de "tendréis mucho calor, eh?!" Y por semana lo de "lo que más echarás de menos es el mar, eh?!"
Durante años mantuve lo mejor de mi tierra presente, viajaba con la maleta los fines de semana que llenaba con recuerdos y cariño para toda la semana. Hasta que la vida mar adentro comenzó a atraparme y hubo que romper las cuerdas invisibles que me ataban pero nunca he sentido tristeza ni he mirado para atrás cuando cruzaba las montañas ni pensaba en lo que podía haber sido y no fue.
Era muy consciente de la decisión que tomaba en aquel momento en el que dije que "sí". Quizá no podía imaginar todas las consecuencias pero estaba llena de ilusión por vivir nuevas aventuras.
Siempre he sido una soñadora que viajaba con la mente a otras ciudades y me imaginaba múltiples vidas dinstintas. Una ilusionada de vivir y de emocionarme, entregada a aquellos retos que me proponía y muy lejos de ser racional con mis sentimientos.
Siempre he escuchado eso de "te lo tomas demasiado a pecho, eres muy mal tomada, ya estás llorando.." y he pensado que quizá los demás tuvieran razón y de verdad "todo no fuera para tanto y yo tuviera un problema"
Nunca me había permitido fallar ni olvidar, siempre buscando alternativas por si las cosas salían mal.
Todo eso empezó a cambiar cuando la vida me fue poniendo a prueba, porque la vida es un viaje. Un viaje con muchas paradas en miradores, pero tú decides si simplemente te quedas mirando el paisaje o si usas el mapa para trazar el camino.
Empecé a soltar lastre y asumir que no todo se puede controlar, que no pasa nada por fallar y que llorar no es de cobardes, si no de valientes que sacan para fuera y se desahogan. Aprendí que yo soy como soy pero los demás también, que hay gente buena y gente no tan buena, que hay gente que se queda en el camino y gente que se suma a tu camino.
Empecé a creerme eso de que yo no tengo un problema, no todo pasa porque yo haya hecho algo... a veces las cosas simplemente pasan y no está en tu mano hacer nada por cambiarlas.
Me enseñaron a soltar lastre, a quitar piedras de la maleta y a vivir aceptándome a mí misma. Al fin y al cabo soy lo que tengo y tengo lo que soy.
Comencé a ver la vida con "filosofía molona" y buscando el lado bonito de las cosas, respetando los baches de la carretera y parando en los miradores a ver lo guapo y lo feo del paisaje.

Hoy puedo decir en voz alta que echo de menos mi tierra y que pienso en lo que pudo haber sido y no fue. Pero sigo guardando la ilusión de cuando me fui con mi maleta, mar adentro.
Hoy me prometo que no volveré a pasar por aquellas vivencias que me hicieron sentir inferior, que me hicieron sentir mal. Pero también sonrío pensando en lo valiente que me ha hecho todo aquello.
Hoy veo ese rincón donde se juntan la montaña y el mar y permito que la "morriña" me atrape con su manto.
Hoy me puedo mirar al espejo y decir que no pasa nada por sentir, por tomárselo a pecho y por vivir. Pero siempre recordando que no lo puedo controlar todo y respetando los momentos dentro Del Pozo porque sé que nada ni nadie me va a dejar allá abajo. Porque me conozco cada vez mejor y me respeto, porque después de la tormenta sé que siempre llega la calma.
Hoy sigo aprendiendo en cada paso de mi viaje y mantengo los ojos bien abiertos porque esto es una viaje pero no en línea recta...
Ahora la pregunta no es "¿qué he hecho mal para que no viajes conmigo?"  Ahora la pregunta es "¿qué haces tú para viajar conmigo?"