miércoles, 15 de noviembre de 2017

Un día voy a escribir todo lo que siento...

Y te contaré en qué miedo aprendí que era valiente.
No sé si fue al enfrentarme al miedo de no ser suficiente eficaz o en el de no ser suficiente simplemente.
Pero un día descubrí que el problema estaba en la palabra "no" y que tenía que cambiarla a algo más positivo.
"Puedo hacerlo", "me lo merezco"... a partir de ese momento decidí que iba a esforzarme por erradicar pensamientos irracionales que solo ocupan tiempo y espacio.
He aprendido que soy valiente porque me he enfrentado al miedo de hacerme cargo sola de mis dos hijas..
He aprendido que soy valiente porque algunas veces (seguramente más de las que debiera) no he podido callarme y he dicho lo que siento o pienso.
He aprendido que soy valiente porque por mucho que me defrauden, vuelvo a confiar en las personas.
He aprendido que soy valiente porque como dice la canción, "ser cobarde no vale la pena".
Y probablemente tú que estás leyendo esto pienses que es mejor tener filtro, ser comedida o, llámalo como quieras, prudente...
Pero yo te contesto que prudencia se puede volver cobardía y miedo, que tener filtro solo te hace ser menos real y que ser comedida vale para quien no tiene personalidad.
Me gusta la gente real, que abraza, que siente, que toca, que mira los ojos, que llora, que cambia el gesto de su cara, que le delata la sonrisa, que te pregunta y espera una respuesta...
De esa gente hay poca, o poca que valga la pena. Pero la que hay, la que te encuentras, la que te tropiezas bien vale la pena guardarla y quererla.
Quererla en tu vida.
Hoy me subía a Instagram esta foto, que refleja muy bien cómo me siento hoy:
Resultado de imagen de en que miedo descubriste que eras valiente