sábado, 12 de marzo de 2016

Mejorando la decoración del salón ;)

Ocio con niños: cuando el fin de semana se hace muy largo...

¿Sabéis esos fines de semana cuando eres madre, que se hacen laaaaargooooos, laaaargoooosss?
Sí, esos findes en los que estás deseando que llegue el lunes para descansar. ;)
Cuando los virus acampan a sus anchas por toda la casa, y, salir al aire libre, se convierte en una misión más peligrosa que las de 007. Sábados de temporal con frío y lluvia, y amenaza de nieve que nunca llegará...
Son esos días en los que hijanumeruno se te pega como una lapa e intenta imitar todo lo que tú haces, mientras hijanumerodos se dedica a sacar todas las pinturas de su hermana y dejarlas tiradas por el suelo cual confeti después de la cabalgata de Reyes Magos.
En estas estábamos hace un par de fin de semanas cuando se me ocurrió darle la vuelta a la tortilla y proponerle a hijanumeruno que transformara ese dibujo que estaba haciendo, en un cuadro molón.

Estamos contentas de presentaros nuestra primera idea de "ocio con niños": un cuadro improvisado 


Le he pedido a hijanumeruno que me ayude a escribir este post, porque la idea fue de las dos (vaaaale mamá, pero que quede claro que yo lo pensé antes)

- Mirad chicos, primero buscáis los materiales... 
- Bueno cariño, primero es pensar la idea.
- Que no, mamá, que la idea va cambiando sobre la marcha... 
En fin, estos son algunos de los materiales que usamos:


Primer paso:


- ¡Qué divertido fue mamá! ¿Viste cómo cambiaban los colores?
- Sí, cariño. ¿Te acuerdas que lo íbamos a mezclar con el dedo?
- Ya mamá, pero ya pensé yo que mejor con el pincel, porque si no, nos mancharíamos los dedos y...¡Vaya lío!

Segundo paso:

Aquí, básicamente, intentamos dar forma al experimento, una silueta de árbol por aquí, unas manzanas con témpera de color rojo, un poco más de purpurina...
- Sí, mamá, nunca es suficiente brillante y purpurineoso
Bueno al final quedó algo parecido a un cuadro, venga vale, quedó este cuadro taaaaan bonito ;)


La verdad es que nos gustó tanto el resultado, que hemos decidido ponerlo en nuestro salón, que no es un salón muy normal:
  • No tenemos mesa de comedor sino una mesa para manualidades, para cuadros improvisados y libros de pegatinas.
  • No tenemos alfombra decorativa sino alfombra para construir con bloques de madera, jugar al Elefun o hacer "montoninos" (dícese de cuándo hijanumeruno se tumba encima de maridotornado e hijanumerodos gatea a toda prisa para sumarse al montón).
  • No tenemos mesa de centro para decorar con un jarrón sino una mesa donde cenar los Viernes Especiales y, aprender a caminar (hijasnumerales, que se parecen más de lo que puedan aparentar, han usado esa mesa para aprender a caminar, agarrándose con sus pequeñas manitas al borde y recorriéndola de un lado a otro, pasando por encima de los pies de mamá)
Nuestro salón no es un salón cualquiera, es un salón para el ocio familiar (incluida la consola de juegos de maridotornado, con auriculares y todo, para jugar on-line; cuando jugaba sin auriculares parecía que el salón era una Cumbre de Naciones Unidas, porque a maridotornado le gusta jugar y aprender idiomas a la vez... ;)

No, mi salón no es muy normal, pero mi casa es un hogar



 ¡Feliz sábado!






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