Esos días locos en los que lo más normal es "saltar en los charcos de agua"

Esos días locos...

Hay días rutinarios en los que el aburrimiento te consume y cuando te das cuenta, ya ha pasado otro día más y nos has hecho nada especial.

Sin embargo, hay otros días en los que nada sale cómo lo habías planeado.

Existen también los días en los que piensas, "hoy no voy a hacer nada según lo previsto, voy a dejarme llevar".

Mi día empezaba hoy distinto, hijanumerodos y yo hemos dormido un rato más largo que cómo viene siendo costumbre... No había prisa porque íbamos a la pediatra (nada alarmante, sólo una dermatitis... tranquila, abuelayatevale ;).

Hemos desayunado juntas (bueno ella primero, que si no igual "me come un ojo", se parece mucho a su madre en eso de tener hambre e irradiar una barrera invisible que mantiene alejados a todos aquellos que intenten venir a hablarte, tocarte o respirar el mismo aire...).

El caso es que tenía que ir a comprar un regalos para los mellizos (dícese de un par de bebés guapetones que han llegado el sábado pasado para llenar de alegría la casa de los padrinos de hijanumerodos, y, de paso, ampliar nuestra mini-pandilla, empatando 2-2 el marcador).

Yo iba toda centrada y, vamos a admitirlo, toda apurada porque no tenía mucho margen de tiempo para llegar a rehabilitación;

Planta 2, sección bebés, marca "Dulces"...

Lo tenía todo pensado pero quién iba a decirme que en mi camino se interpondría la sección "Fiesta", con esos vestidos tan bonitos, tan estilosos, tan para gente delgada... (interprétese aquí sonido chirriante de aguja de tocadiscos, rayando un vinilo).

Pero que queréis que os diga, me he venido arriba. Será la dieta que nos ha impuesto maridotornado, será que me notaba yo hoy la ropa más floja, será que en Mayo tengo boda, será, será... Pues he acabado con un vestido divino y sin regalo para los mellizos, corriendo porque llegaba tarde a la tortura diaria con las corrientes y el ultra-sonido...

Los 45´de sesión los he pasado riéndome de mí misma por las locuras que me entran de vez en cuando, alegrándome por permitirme en ocasiones dejarme llevar por mi instinto y los amores a primera vista (ayssss, es taaaaan bonito el vestido, y me queda taaaaaan bien ;) y diciéndome que de vez en cuando está bien "ser un poco egoísta" y cambiar el protagonista de tus "deberes" (dícese mantener surtida de medias de ballet a hijanumeruno, de leche a hijanumerodos, acordarme de citas médicas, resolver dudas de maridotornado, ocuparme de fiestas de cumpleaños, hacer regalos handmade para el día del padre...uy, maridotornado no leas esto último...)

Entonces es cuando salgo a la calle y me doy cuenta de que no he cogido paragüas, y llueve a mares, y tengo que recoger a hijanumerouno en el colegio porque empiezan las vacaciones y cuando hay vacaciones no tiene clase de tarde, y encima vamos en autobús porque el brazo no me deja conducir... COGED AIRE!!!!!!

Me he parado a respirar en el cajero (mientras sacaba dinero para pagar la parte proporcional del cumpleaños trimestral, que es esta tarde, y, nos morimos de la emoción!!!!, mami, ¿me visto ya?, no hija, quedan 3 h para el cumple) y me he dicho:

Así que me he ido con mi vestido y su funda, saltando entre los charcos de agua a buscar a hijanumerouno, después nos hemos cogido un taxi (un día es un día, la casa por la ventana...) y, ahora, bueno, ahora solo queda sobrevivir a la tarde cumpleañera y guardar fuerzas para mañana...

Uhmmm, qué pasa mañana, maridotornado, ¿lo sabes?, 

ejem, ejem, no digo más que luego todo se sabe...:)