domingo, 7 de mayo de 2017

Feliz día de la madre

Mi madre.
Hoy y todos los días son el día de la madre. De la mia, de la tuya. De esas mujeres que un día se convirtieron en madre, renunciaron a ir al baño solas, se acostumbraron a comer las sobras frías y aprendieron a dormir con el radar puesto.
Todas esas mujeres que un día tuvieron que enfrentarse a una aventura sin manual de instrucciones y arriesgando su salud mental, enfrentándose todos los días a las críticas y a los consejos bienintencionados pero que sobran.
Esas mujeres que aprendieron a poner en práctica los múltiples consejos y frases heredadas de sus madres. Porque cuando te conviertes en madre, te conviertes también en alguien que tiene la verdad en su boca y te das cuenta que cuando te decía: "de mayor lo entenderás", era verdad de la buena.


 Esas mujeres que se ven obligadas a elegir entre su vida profesional y la famosa conciliación de la vida familiar. Odio que tomen decisiones por mí, por ser madre, por mi situación familiar... perder oportunidades por quien me espera en casa.
Mujeres luchadoras, imperfectas, madres, amigas, compañeras.
Mi madre, un ejemplo de ello. Trabajadora, luchadora, preocupada...alguien con quien c ontar.
Mi madre cuando le cuento algo que me preocupa, no me riñe pero me aconseja con energía porque sufre, sufre por mi. Porque cuando te conviertes en madre, te olvidas un poquito de ti misma y te llenas con ocupaciones por y para tus hijos.
Es un trabajo a tiempo completo, sin vacaciones porque aunque tengas que cogerte un tren (que casi pierdes y hasta te riñe el revisor) y duermas fuera, descansas de tus labores de madre pero no de tener los sentimientos a flor de piel, cuando piensas en ellas.
Las quiero, aunque a veces las quiera devolver sin que me reembolsen el dinero. Y hoy quiero también hacer un homenaje a maridotornado que las cuida y que se acuerda de comprar un regalo, con su poco tiempo pero se escapa a mi tienda favorita.
Les quiero, y ya les echo de menos.

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