miércoles, 12 de octubre de 2016

Mi pequeña niña mayor

Pequeña de estatura, grande de carácter.
Te veo correr por el pasillo para buscar a tu hermana, te veo tumbarte encima de ella para jugar al "montonín".
Te veo "charlotear en tu idioma" con papá y pedir a tu manera que te cambie el pañal.
Te veo tan grande y me pregunto: ¿pero cuándo te has hecho tan mayor? ¿a quién ha pedido permiso el tiempo para pasar tan rápido?
Cuando hace años oía esa frase tan "típica y tópica": "Disfrútalas, qué el tiempo vuela", parecía algo lejano porque si ellas crecían, yo también me haría mayor.
Nunca he tenido miedo a envejecer, ni soy de las que se deprimen por acumular años en su "cuenta de cumpleaños", pero hasta ahora no había sido tan consciente de que me "hago mayor". Y es algo bueno.
Me hago mayor porque mis hijas crecen y las veo convertirse en niñas, niñas mayores, pequeñas de tamaño pero grandes de carácter.
Y me enorgullezco.
Me hago mayor porque prefiero mi casa a cualquier hotel del mundo.
Me hago mayor y soy madre, porque prefiero la soledad de salir 10´antes de casa para llegar antes a la oficina y no oír nada ni nadie.
Me hago mayor porque ellas se hacen mayores, y eso es bueno.
De vez en cuando es necesario hacer un ejercicio de perspectiva, después de un tiempo de estar poco en casa o con los tuyos, es cuando realmente puedes apreciar lo que tienes.
Y yo tengo mucho.
Por eso te aconsejo, a ti que estás leyendo esto, que pongas perspectiva, que te alejes y sobre vueles este momento, justo este en el que estás, que apartes los "tengo que" y los "debo", y te fijes en lo que te rodea... que seguro es mucho.
Si de vez en cuando, todos hiciéramos este ejercicio de "filosofía molona", os garantizo que habría "más sonrisas sueltas por la vida".
SONRIE QUE ES GRATIS

No hay comentarios:

Publicar un comentario