sábado, 9 de julio de 2016

Continuamos viviendo la experiencia

Apto para niños o no...

Por aquí seguimos viviendo la "experiencia de ser hijaúnica" porque hijanumerouno continúa sus vacaciones por el "paraíso". Si bien es verdad, que cambia de escenario y protagonistas de película.
Esperemos que las "primas" no líen ninguna más grave que "cosillas de niños"... Aunque pensándolo bien, hijanumerouno es tan "buena" que no me preocupa nada lo que pueda pasar o cómo se pueda "portar". De hecho, cuando hablo con ella, lo único que le suelo "pedir" es que "te lo pases muy bien".
Hijanumerodos es "harina de otro costal", nunca sabes por dónde va a salir. Es cameladora  y astuta, consciente de cuándo la está liando, la va a liar o la vas a "reñir". Por eso no es lo mismo dejarla a ella con otras personas, que a hijanumerouno.
No me puedo quejar porque esta semana se está "portando genial" pero aun así todo cuando tengo que dejarla con compi estelar mientras voy al baño, bato el récord de "menos tiempo invertido en ir al baño y volver"... No vaya a ser que esté demostrando los "pulmones" que tiene a mi amiga y a medio centro comercial.
Pero no fue así, allí estaba contenta...
Así que nos confiamos y maridotornado y yo no dijimos ayer que ya era hora de llevarla a "trasnochar", porque hay que ir "entrenando" para las vacaciones (según palabras de maridotornado).

Pero a veces a "querido" maridotornado se le olvida que hijanumerodos tiene unos cambios de humor un poco imprevisibles y que no entiende si un restaurante es "apto para niños o no".
Hace un tiempo que se viene escuchando esta polémica de "apto para niños o no" y yo al principio me indignaba muchísimo. ¿Cómo se atreven a decir que no es apto para niños? ¿Es que ahora vamos a tener que confinarnos en restaurantes para no molestar a los que tienen alergia a las risas o los mocos?
Bueno, pues ahora no se qué decir...
Voy a explicarme. Imaginemos un restaurante de esos bonitos, con manteles "de verdad" en las mesas y velitas que confieren un romanticismo especial al ambiente. Pongamos ahora que en esa mesa de dos personas, donde está sentada esa chica tan bonita con su vestido "enseñapiernaporquepuede" y esos rizos hechos con esmero (y tiempo par dedicarse a sí misma sin un niño colgado de su pierna, diciendo "mami", "mami").
Supongamos que el chico saca una cajita de su americana mientras la chica le mira con ojos brillantes y aguanta la respiración... Supongamos ahora que en el momento en que el chico va a abrir la boca, en lugar de oír "su masculina voz", se oye un "buaaaaaaaaaa" que rompe toda la escena...
Pues ahí es a donde quería yo llegar. Me temo que cuando tienes hijos y, sobretodo si quieres pasar una velada tranquila, necesitas encontrar lugares dónde te puedas sentir cómodo, dónde no vayas a interrumpir a las parejas o grupos de amigos que buscan tener conversaciones "civilizadas" sobre algo más que dibujos animados, ropa de bebé o dimes y diretes escolares.
Porque además de madre también soy amiga y compañera, me doy cuenta que cuando tengo la oportunidad de salir a solas con amigos o con maridotornado, sin hijasnumerales de "por medio", yo misma busco restaurantes donde no vaya a sobresaltarme si escucho un "mami" o un chillido "tengo hambre".
Ahora bien, cuando salgo con hijasnumerales me gusta que no me miren si éstas se mueven, lloran, hablar por los codos, ríen a carcajadas o piden "tete" a voces...
Reconozcámoslo al final no se trata tanto de que nos impongan que el restaurante de moda no sea apto para "familias", es que quizá tampoco a la familia le gustaría ir allí pero si a los padres en pareja cuando los hijos se quedan con los abuelos...



No hay comentarios:

Publicar un comentario